TODO SOBRE LOS LUNARES

Los lunares se producen cuando los melanocitos formadores de pigmento producen un exceso de melanina. Es el responsable de la coloración de la piel, el cabello y los ojos. Así pues, los lunares forman parte de las formas benignas de hiperpigmentación de la piel.

Las manchas hepáticas pueden estar presentes en gran medida desde el nacimiento, porque existe una predisposición genética, o pueden aparecer con el tiempo. Su formación puede ser estimulada por la exposición a la luz solar intensa. Los lunares son de pequeño tamaño y suelen ser de color marrón o negro. Las manchas del hígado pueden ser planas, salientes, lisas o rugosas, o pueden tener pelos. Pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. Existen diferentes tipos de lunares: congénitos, normales, prominentes, azules y atípicos.

Las personas con piel clara tienden a tener lunares. Es esencial que utilicen una crema con un alto factor de protección solar. En este caso, recomendamos la loción solar NIVEA SUN Sensitive Protección Inmediata.  Se ha desarrollado especialmente para personas con piel sensible y no contiene fragancias, colorantes ni conservantes. También es adecuado para quienes sufren de alergias al sol.

Aunque el nombre induce a engaño, las manchas hepáticas no tienen nada que ver con el hígado. Se sospecha que el nombre proviene del color, que es muy similar al del hígado. Los dermatólogos suelen llamar a las marcas de nacimiento "lentigo senil". "Lentigo" significa "lentigo, mancha, peca". Esta comparación se debe a la forma de un lunar, que es lenticular o con forma de lenteja. "Senilis" significa "envejecido".

En casos más raros, puede ocurrir que un lunar degenere en un melanoma maligno. Un melanoma -también conocido como cáncer de piel negro- es un tumor maligno cuyo crecimiento se ve favorecido principalmente por la luz solar. Así, el cáncer de piel se produce principalmente en las zonas más expuestas al sol. Las personas con piel clara y muchas marcas de nacimiento son más propensas al melanoma y, por tanto, se consideran un grupo de riesgo.

Por eso es importante revisar los lunares con frecuencia. Deberías acudir a un dermatólogo con regularidad para que te revise los lunares. Si un lunar sangra, se inflama, cambia mucho de tamaño, tiene varios colores o un borde irregular, hay que actuar inmediatamente.

Las quemaduras solares, especialmente en la infancia, aumentan en gran medida el riesgo de melanoma. Así que asegúrate de que la delicada piel de tu hijo esté siempre bien protegida. La loción solar para niños NIVEA SUN Kids Sensitive Protege & Juega proporciona una protección fiable. Su combinación especial de ingredientes ha sido formulada especialmente para la piel sensible de los niños.

En el dermatólogo, se explora toda la piel del cuerpo en busca de lunares y se revisan individualmente. En ocasiones, los lunares se examinan con un microscopio para que el médico pueda hacer una evaluación más precisa. Algunos dermatólogos pueden conectar el microscopio a un ordenador para guardar imágenes de los lunares. Esto permite una comparación posterior y así se puede reconocer fácilmente si un lunar ha cambiado de aspecto.

En general, los lunares son inofensivos para la salud. En la mayoría de los casos, solo se eliminan por motivos estéticos. Los lunares no desaparecen por sí solos. Una forma de tratamiento es la extirpación quirúrgica con bisturí o corriente eléctrica. En este caso, el lunar se pincha o se recorta, o se elimina con un electrocauterio. Cuando se sospecha de un melanoma, el tejido extirpado se examina posteriormente desde el punto de vista histológico para evitar su degeneración.

Otra forma de tratamiento es la terapia con láser, mediante la cual se cauteriza el lunar. La ventaja de este tipo de tratamiento es que no quedan cicatrices. La intensidad y el ritmo de las pulsaciones, así como la duración del tratamiento, varían en función del lunar. Pero la desventaja es que el tejido se destruye y ya no puede ser analizado en el laboratorio. Por lo tanto, este tratamiento no es adecuado en caso de sospecha de melanoma. Tras la extirpación, el lunar puede reaparecer. Pero en este caso se trata casi siempre de un lunar benigno.

Hay varias medidas prácticas que pueden ayudarte a combatir la aparición de lunares:

• Evita la exposición prolongada al sol, especialmente a la hora de comer.
• Lleva ropa que cubra las zonas más sensibles.
• La regla más importante: reacciona inmediatamente cuando veas que un lunar ha cambiado.
• Un protector solar eficaz es esencial para prevenir los lunares y el cáncer de piel.

Si tienes más dudas, ponte en contacto con un dermatólogo: te explicará todo con detalle y te asesorará sobre los lunares.