El aloe vera tiene gran fama como producto calmante e hidratante de la piel. Por lo tanto, podemos aplicar la pulpa de esta planta sobre la zona afectada para aliviar y refrescar la piel.
Es cierto que no todos tenemos a mano el aloe vera, pero seguramente el que no te falta es el aceite de oliva e incluso de calidad virgen extra. Por lo tanto, no dudes en colocártelo sobre la zona afectada. Además, contiene antioxidantes y ácidos grasos esenciales que pueden ayudarte a regenerar tu piel dañada.
También un pepino cortado en rodajas puede obrar maravillas en este sentido. Así que no dudes en sacar partido a este alimento que, con sus vitaminas, minerales y su alto contenido en agua se considera uno de los mejores humectantes naturales para la piel dañada. Además, también hay que destacar el poder calmante de la manzanilla o camomila.
Por otro lado, si la causa de la irritación es el roce puedes evitar esa fricción aplicando antes cremas altamente emolientes, o incluso vaselina pura.