Qué hacer si te has quemado con el sol: 6 tips

1. Pasa muchas horas al sol sin protección:
   En la playa, en la montaña, arreglando el jardín, paseando… Hacer cualquiera de estas actividades sin protección solar aumenta el riesgo de quemaduras, por eso es importante protegerse del sol con gafas, sombreros, ropa adecuada, buscando la sombra...
   
   
2. Tiene la piel clara o sensible:
   Las personas con piel clara tienen menos melanina, un pigmento que ofrece protección contra los rayos UV, y como consecuencia los convierte en más susceptibles a quemaduras. Las personas con piel sensible pueden sufrir grandes quemaduras tras exponerse al sol, incluso aunque sea por poco tiempo.
    
3. Usa camas o lámparas de bronceado con frecuencia:
   Tanto las camas como las lámparas de bronceado emiten radiación UV, lo que podría causar daños en la piel y aumentar el riesgo de quemaduras. El uso frecuente de estos métodos de bronceado artificial podría provocar daños progresivos en la piel y aumentar la probabilidad de sufrir quemaduras.
    
4. Superficies reflectantes como el agua, la nieve o la arena:
   Cuando estés cerca del agua, la nieve o la arena debes tener cuidado porque aumenta la exposición a los rayos UV. Debido a esos reflejos, nadar, esquiar o estar tomando el sol en la playa podría aumentar el riesgo de quemaduras. Además, tomar el sol a través del cristal de la ventana también podría dañar la piel, o incluso quemarla, ya que el cristal no bloquea por completo los rayos UV.

1. Evita los rayos del sol:
   Es el primer paso para evitar daños mayores. Busca sombras, quédate en casa en las horas de más sol y no expongas más la piel quemada.
2. Enfría la piel:
   Dúchate o date un baño fresco (no frío) para ayudar a calmar la piel. Evita los baños y las duchas calientes, ya que el agua caliente podría irritar aún más la piel quemada por el sol. 
3. Usa compresas frías:
   Utiliza paños fríos y húmedos sobre las quemaduras solares durante 10-15 minutos seguidos. Esto podría ayudar a reducir el calor y el dolor. IMPORTANTE: no pongas hielo en las quemaduras.
4. Mantente hidratado:
   Bebe mucha agua para que tu cuerpo se recupere. La piel dañada es más permeable al vapor de agua, que puede salir del cuerpo más fácilmente.
5. Aplica crema hidratante:
   Después de que la piel se haya enfriado tras una ducha o un baño frío, ponte crema hidratante suave o after sun para para mantener la piel hidratada y evitar la descamación de la piel. Dependiendo de la gravedad de la quemadura solar es recomendable consultar a un profesional sanitario antes de usar cualquier producto.
6. Considera la posibilidad de tratamientos:
   Si tienes dolor los analgésicos pueden ayudarte. En caso de síntomas graves como ampollas grandes, dolor extremo, signos de infección o fiebre tienes que consultar a un médico.

Este índice mide cómo de fuerte son los rayos UV. Consulta los índices UV antes de salir al sol: un número elevado incluye más riesgos de quemaduras, así que te recomendamos extremar las precauciones esos días.
 

Ponte crema solar con un FPS 30, como mínimo. Protege todas las zonas que se expongan al sol, como por ejemplo las orejas, el cuello y los pies. Reaplica la crema cada dos horas, o más a menudo si estás nadando o sudando. ¡Descubre la crema de NIVEA Protege e hidrata spray solar con FPS30, que ofrece una protección UV inmediata durante 48 h*!