Piel sensible

Todo lo que necesitas saber sobre sensibilidad en la piel, cómo cuidarla y a qué se debe la piel sensible

9 causas de la piel sensible

Estrés, frío, viento, sol... O incluso utilizar los productos equivocados pueden acabar irritando nuestra piel. A menudo, un desequilibrio de la piel sensible perjudica su función protectora natural, poniéndola en peligro, pero NIVEA puede ayudarte a tratar algunas de las causas más comunes de irritación.

PRECAUCIÓN: PIEL SENSIBLE

Con todo el estrés diario estas pueden se algunas de las causas que dañen tu piel: ducharse con agua muy caliente, exponerse al frio, perfumes con alcohol o la exposición a los rayos UV.

Tener la piel sensible implica ser más propenso a la irritación

A la hora de elegir una crema hidratante para pieles sensibles, es importante buscar un producto que se adapte a ti, tratando tu piel con suavidad para darle lo que necesita sin causar una mayor irritación.

Características de la piel sensible

¿Tu cuerpo empieza a mostrar su lado sensible?

La piel del cuerpo puede ser sensible por varias razones. Los factores ambientales, como el frío o el calor, y los procesos internos, como los cambios hormonales.

NIVEA cuenta con una gama de productos para el cuidado de la piel específicamente diseñados para sustituir lo que le falta a tu piel sensible, manteniéndola hidratada y calmada.

¿Qué aspecto tiene la piel sensible? Los signos más visibles son el enrojecimiento, la hinchazón o la sequedad, asociados a la aspereza o a la descamación de la piel; y suelen ir acompañados de sensaciones como la tirantez, picor, ardor o incluso escozor. La piel sensible puede afectar a todas las zonas del cuerpo, especialmente en la cara. Sea cual sea la zona afectada, con especial foco en la piel sensible de la cara, encontrar una rutina de cuidado es crucial para controlarla.
La eficacia del funcionamiento de la piel depende de la actividad enzimática, que suele reducirse en las pieles sensibles. Como resultado, la barrera natural de la piel se ve afectada, lo que provoca una pérdida de humedad y una mayor penetración de los agentes irritantes. La capa córnea también suele ser más fina y las terminaciones nerviosas son más sensibles; pero por suerte

FACTORES DESENCADENANTES DE LA PIEL SENSIBLE

Hay muchas cosas que contribuyen a que la piel sea sensible. Algunos factores externos pueden hacer que la piel se sienta seca e inflamada. Y lo mismo pasa con factores internos, la predisposición y el tiempo, que marcan sus efectos.

Factores externos:
El frío y el viento: resecan la piel y reducen sus efectos de protección solar.
La radiación ultravioleta y el ozono pueden provocar quemaduras solares, envejecimiento prematuro y arrugas.
El aire seco o un cambio drástico de clima pueden resecar la piel.
La limpieza corporal intensa, en particular el jabón, puede irritar la piel, provocar enrojecimiento y quitarle sus aceites esenciales.
Algunos medicamentos pueden causar sequedad y manchas.

Factores internos:
La edad, tanto los jóvenes como los adultos. Los que tienen la piel sensible son más vulnerables a estas edades.
Estrés psicológico: el aumento de los niveles de cortisol debido al estrés puede desencadenar brotes y producción de grasa.
Los cambios hormonales, como el ciclo menstrual, pueden exacerbar los efectos de la piel sensible.
Tendencia a alergias: las personas con piel sensible son más propensas a tener reacciones a las fragancias, las sustancias químicas y los tintes (tanto en productos como en la ropa).

ELEGIR LOS PRODUCTOS ADECUADOS PARA EL CUIDADO DE LA PIEL SENSIBLE

Cremas hidratantes para pieles sensibles

Encontrar cremas para pieles sensibles requiere un cierto esfuerzo, ya que tiene que ser la adecuada.
Si tienes piel sensible es importante que te asegures de usar productos de limpieza suaves, recomendados para el cuidado de la piel sensible.
Evita utilizar jabón alcalino, ya que deteriora la capa ácida protectora de la piel y puede ser bastante duro para la piel, especialmente si de por sí ya tiene poca humedad o enzimas esenciales.

Es mejor que te decantes por productos específicamente diseñados para mejorar tu piel, apostando por cremas para pieles sensibles, cremas hidratantes para pieles sensibles y otros productos para el cuidado de la piel.

Estos productos deben tener ingredientes respetuosos con la piel, es decir, nada de alcohol ni fragancias. También son importantes los componentes eficaces que pueden prevenir los síntomas de la piel sensible o aliviar sus signos, como el extracto de regaliz o el dexpantenol.

INGREDIENTES PARA EL CUIDADO DE LA PIEL SENSIBLE

Cuando se trata de pieles sensibles, los ingredientes que mantienen la piel húmeda refuerzan la barrera cutánea y calman la piel, ayudando a reducir su sensibilidad.

Los ingredientes favoritos para este tipo de productos son:

El dexpantenol, precursor de la vitamina B5, que refuerza la función protectora natural de la piel y contribuye a reducir su pérdida de humedad.
Glicerina, un hidratante natural que favorece el equilibrio de la humedad de la piel.
Aceite de semilla de uva, rico en ácido linoleico, que es un componente importante de los lípidos naturales de la piel.
El extracto de la raíz de la planta del regaliz, que tiene propiedades antioxidantes, calma la piel irritada y alivia el enrojecimiento.

TU ZONA MÁS SENSIBLE: LA CARA

La piel sensible de la cara es más notable porque suele ser la más expuesta a diferentes factores como el viento, los rayos UV y demás factores. Afortunadamente, NIVEA cuenta con los productos adecuados para integrarlos en tu rutina de cuidado de la piel sensible.

Maquillaje para pieles sensibles: utiliza bases y correctores específicos para tu tipo de piel.

Emplea productos de cuidado facial especialmente desarrollados para todo tipo de pieles. Estos mantienen la piel húmeda, refuerzan sus barreras y alivian los síntomas de la piel sensible.

Opta por productos de limpieza facial que sean especialmente suaves. Lo mejor es utilizar líquidos o toallitas limpiadoras para pieles sensibles. Descubre nuestra gama Naturally Good, y encontrarás los productos perfectos para las pieles sensibles.

Evita los exfoliantes faciales con bolitas, pueden agravar las zonas sensibles.
En invierno, asegúrate de aplicar regularmente productos de cuidado facial por las mañanas y por las noches. Así evitarás que tu piel se reseque.

La piel sensible es susceptible a la radiación UV, por eso es muy importante que te pongas protección solar todos los días. Para las zonas especialmente sensibles de la piel, como la cara, el cuello y la parte superior del pecho, es aconsejable un factor de protección solar 50, como el de NIVEA UV Face Moisture Mousse SPF 50+, o NIVEA Sun Protect Sensitive Sun Lotion, especialmente diseñado para cuidar la delicada piel del rostro.

Otro tip importante es: ¡no fumes! Esto aumenta el estrés en tu piel. Y, por último, echa un vistado a nuestro productos de cuidado facial.

Descubre naturalmente bueno

CUIDADO DE LA PIEL SENSIBLE:

5 CONSEJOS PARA EL CUIDADO DE TU CUERPO

Evita exponer tu piel al agua durante mucho tiempo: dúchate en lugar de bañarte (y no más de una vez al día), durante un máximo de 10 minutos, y preferiblemente con agua templada.
Utiliza productos de limpieza respetuosos con la piel: no utilices jabones normales. Los productos ideales son geles de ducha suaves con pH neutro y aceites de ducha rehidratantes, como el gel de ducha de aceite natural o la crema de ducha Sensitive Shower para pieles sensibles de NIVEA. Ah, ¡tampoco frotes demasiado al secarte!

No olvides cuidar y mimar tu piel: aplica siempre crema después de la ducha.
Evita los tejidos ajustados y la ropa de materiales ""rasposos"" para no irritar la piel y elige un desodorante sin sales de aluminio. Para más información, consulta nuestra amplia gama de desodorantes.

The relaxation programme for sensitive skin

Aunque parezca imposible, el estrés se nota en la piel. Nuestra mente y nuestra personalidad tienen un gran impacto en el aspecto de nuestra piel, pero existen ejercicios para “desestresarla” que relajan la piel sensible y ayudan a mejorarla.

Un cuerpo sano necesita una mente sana: mantén el equilibrio. Se reflejará en tu bienestar y en tu piel.

Los ejercicios de relajación son imprescindibles. El movimiento nos mantiene en forma, saludables y reduce el estrés. Ya sea el yoga clásico (por ejemplo, Vinyasa Flow), o el popular ""Nia"": los ejercicios de relajación ayudan a establecer el equilibrio interior y a estar en paz con uno mismo.
Un masaje te ayuda a relajarte y te da energía renovada. Te permite reiniciar y crear un espacio de calma alejado del caos del día a día.