Aunque para algunas mujeres el vello facial apenas se aprecia, otras muchas lo presentan de forma copiosa en zonas habituales (cejas, entrecejo o bigote) pero algunas pueden presentar un vello más fuerte y abundante en zonas menos frecuentes como patillas o barbilla lo que se conoce como hirsutismo. Este problema no sólo estético sino también de autoestima viene provocado por múltiples y variados motivos. En concreto, podemos hablar de las siguientes causas:
- Determinadas enfermedades y síndromes, como el de ovario poliquístico, pueden ocasionar que algunas mujeres tengan un exceso de hormonas masculinas (andrógenos) y, por lo tanto, la cantidad de vello sea mayor en ellas.
- La ingesta de ciertos medicamentos ya sea por vía oral o tópica, como el cortisol, pueden incrementar el crecimiento del vello en el rostro.
- La herencia genética también es un importante condicionante.
- El estrés puede originar una mayor presencia de vello pues segregamos hormonas que aumentan la producción de andrógenos.
- Durante el embarazo es posible sufrir un mayor crecimiento de vello en la piel del rostro por la revolución hormonal.
- Hipotiroidismo.
- Obesidad.
En cualquier caso, conviene recalcar que un caso de hirsutismo grave es recomendable que acudas a tu dermatólogo para que te pueda ayudar a reconducir esta situación con un adecuado diagnóstico y tratamiento.