«Para 2050, habrá en el mar más plásticos que peces». Informe de la Fundación Ellen MacArthur de 2016
Este panorama, sumado a las imágenes de canales fluviales y océanos contaminados, nos ha causado a todos una profunda preocupación por la herencia que estamos dejando a las futuras generaciones. Asimismo, el aumento exponencial de la producción de plástico no solo contamina el medioambiente, sino que también intensifica el cambio climático. Por otra parte, hay buenos motivos para utilizar el plástico: es muy ligero, duradero y seguro para su aplicación en numerosos sectores industriales. La humanidad se enfrenta al dilema de resolver el problema global con los plásticos.
En NIVEA, guiados por los principios de la economía circular, tenemos la misión de utilizar el plástico de forma responsable en los envases de los productos. Nuestro enfoque es sencillo: reducimos el plástico siempre que sea posible, lo reciclamos en la medida en que podemos, lo sustituimos cuando tiene sentido hacerlo y animamos a los consumidores a reutilizar los envases. Para subrayar este compromiso, perseguimos objetivos ambiciosos:
Para 2025, queremos haber disminuido en un 50 % el plástico virgen de origen fósil que utilizamos en nuestros envases (año de referencia 2019).
Vamos a seguir este objetivo reduciendo el peso de nuestros envases, incorporando contenido reciclado y sustituyendo el plástico de origen fósil por alternativas de origen vegetal.
Para 2025, nuestros envases de plástico contendrán un 30 % de material reciclado.
Utilizar contenido reciclado es clave para contrarrestar la explotación de los recursos naturales y la contaminación causada por los plásticos. Al dar una segunda vida al material de envase, se genera una demanda de materiales secundarios, evitando así que se sigan extrayendo recursos fósiles para fabricar plásticos vírgenes y que se siga contaminando el medio ambiente.
Para 2025, nos cercioraremos de que el 100 % de nuestros envases de plástico sean rellenables, reutilizables o reciclables.
Evidentemente, nuestra responsabilidad no termina en los lineales de las tiendas, sino que estamos fabricando todos nuestros envases de manera que puedan reciclarse, rellenarse o reutilizarse. De este modo, podrán tener una segunda vida o incluso muchas más.
Todos nuestros esfuerzos por conseguir envases de plástico más sostenibles no solo contribuyen a evitar la contaminación, sino que también suponen una disminución de las emisiones de CO2 y, por lo tanto, contribuyen en la lucha contra el cambio climático.