Gimnasia facial. Ejercicios para combatir el envejecimiento

Cada zona del rostro merece su rutina concreta. Así que toma nota de todos nuestros consejos. Podrás centrarte en uno de ellos si crees que tu rostro es más proclive, por ejemplo, a desarrollar papada. Vamos a ello.

Es muy posible que no te guste nada lucir una antiestética papada. Si es así, prueba a ejercitar los músculos de esta zona. Únicamente tendrás que sujetar tu cuello con ambas manos mientras adelantas la mandíbula y el mentón.

Las arrugas que surgen alrededor de los ojos pueden combatirse con un simple ejercicio que solo te llevará un minuto al día. Estas son sus pautas:

1. Guiña los ojos, pero no los cierres del todo. Más bien entórnalos como si tuvieras miopía y quisieras enfocar la vista en un punto concreto. Mantenla fija. Te será más sencillo si sujetas con los dedos índice la comisura externa de cada ojo.
2. Procura no entrecerrar mucho los párpados ya que cuanto menos lo hagas, más mantendrás la tensión del músculo y obtendrás mejores resultados con este ejercicio.

Ese incómodo surco es probablemente el primero en aparecer en el rostro. Así, esta línea se extiende por los pómulos, la mejilla y el contorno de la boca. Una buena técnica para difuminarlo en la medida de lo posible es llenar de aire los carrillos de la boca. Colocamos los dedos sobre los labios e intentamos que no escape aire. El objetivo es que tratemos de impedir la salida, pero al mismo tiempo debemos hacer fuerza para llenar los carrillos de aire. Un curioso combate con nosotros mismos que puede ayudarnos a atenuar este surco.

Otro ejercicio eficaz consiste en poner las manos en forma de H sujetando ambos lados del surco nasogeniano y hacer una O con los labios abiertos.

Para los pómulos tenemos un ejercicio muy sencillo que podrás poner en práctica en cualquier momento del día. En concreto, consiste en hinchar de aire las mejillas. Por supuesto, todo ello con la boca cerrada. Puedes intentar alcanzar con la lengua el extremo derecho y luego repetir el movimiento con el izquierdo. Sería recomendable que lo hicieras unas quince veces para asegurarte unos buenos resultados.

Como bien decíamos al inicio de este artículo, la efectividad de los ejercicios de gimnasia facial quedó más que demostrada por el equipo de científicos de la universidad citada. Además, probar qué tal sienta a nuestra piel no cuesta nada y está demostrado que los beneficios son más que evidentes:

• Mejora de la circulación sanguínea.
• Tonifica la musculatura del rostro.
• Previene las arrugas.
• Mejora la elasticidad.

En definitiva, ¡deja que tu rostro también vaya al gimnasio! Seguro que le sienta a las mil maravillas. Eso sí, no por ello debes dejar de utilizar tratamientos cosméticos, ya que una cosa es el buen estado de la piel y otra la musculatura subyacente, que es la que se trabaja en la gimnasia facial.