El gel hidroalcohólico, este producto, que durante las primeras semanas de la pandemia se agotó en las tiendas y en las farmacias, tiene la capacidad de desinfectar nuestras manos gracias a la alta concentración de alcohol que suele oscilar entre el 60% y el 95%, aunque la más habitual es la de 70%. Es aconsejable revisar el etiquetado para entender qué porcentaje de concentración de alcohol se ha empleado en la formulación del producto que queremos comprar ya que, a mayor concentración de alcohol, más eficacia.
Pero ¿cómo consigue acabar con los virus y bacterias? El alcohol, presente en la fórmula del gel hidroalcohólico, deshidrata y seca los microorganismos que puedan estar presentes en nuestra piel, por lo que ésta también se ve afectada: resecándose.
Con el uso de este producto para higienizar nuestras manos, combatimos la presencia de bacterias y virus como el que produce la COVID-19; aunque una vez más destacamos que lo más efectivo es lavarse las manos con agua y jabón y por lo tanto debería ser nuestra primera opción siempre que sea posible. Lo que está claro, tal y como ratificó el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, el papel crucial que desempeña la limpieza de manos en esta pandemia; llegando incluso a solicitar a los países un aumento drástico en las inversiones para mejorar el acceso de la población a jabón, agua y desinfectantes. Por lo tanto, no podemos dejar de insistir, en el papel crucial que, un gesto tan sencillo como es lavarse las manos, juega en lo que se refiere a nuestra salud.