Lo cierto es que el carbón activo tiene un largo recorrido, pero es ahora cuando la industria cosmética ha posado sus ojos sobre este portentoso elemento natural en forma de cremas o geles con carbón activo.
En concreto, esta sustancia se obtiene a partir del carbón de la cáscara de coco, corteza de almendras, nueces o cualquier otra madera rica en carbono.
Llegados a este punto, te preguntarás cuáles son exactamente sus propiedades sobre la piel. Pues no son pocas, así que prepárate para el asombro. Es cierto que cualquier partícula de carbón tiene la propiedad de absorber, pero este que nos ocupa es sumamente especial pues se ha “activado” tras someterlo a un proceso, ya sea térmico o químico, en virtud del cual adquiere más porosidad. ¿Y esto para qué? Pues para incrementar su capacidad de desintoxicación de la epidermis. Tanto es así que incluso se emplea para purificar el agua.