Esta proteína cumple una función impermeabilizante dado que impide la entrada de elementos contaminantes del entorno en el organismo. En concreto, el cabello humano está compuesto por un 85 % - 90 % de queratina que se localiza en la capa exterior pues solo así puede protegernos del ambiente. Tampoco podemos pasar por alto que un pelo con abundante presencia de queratina destacará por su brillo, elasticidad y fuerza.
De su producción se encargan los queratinocitos. Estos últimos son unas células situadas en la matriz de la raíz o bulbo piloso, y son las principales células del cabello, que se multiplican y se llenan de queratina en ella. La matriz también contiene los melanocitos, donde se producen los pigmentos que dan color al cabello (melanina). Además, la queratina puede clasificarse en flexible o resistente.
No obstante, la queratina es una proteína que se va desgastando por culpa de la contaminación, los rayos solares e incluso por el uso de ciertos champús, tintes continuos, planchas en el cabello o empleo intensivo de secadores, entre otros factores. Todo ello ocasiona una melena encrespada, mate y deteriorada. Por este motivo, los tratamientos de queratina han ganado popularidad en los últimos años en peluquerías y centros estéticos.