El té es una planta cuyos beneficios en nuestra salud son bastante notorios. Así, se considera que ejerce de protector contra diferentes tipos de cáncer, según ciertos estudios. Además, también mejora nuestras funciones cerebrales gracias a la presencia de cafeína, entre otros. Por supuesto, nos ofrece un buen puñado de propiedades para la piel:
- Previene el cáncer de piel.
- Rejuvenece la células.
- Desinflama la piel.
- Mejora problemas como la psoriasis y la caspa.
- Combate el acné y las espinillas.
- Protege contra los rayos solares y alivia las quemaduras.
- Mantiene la luminosidad del cutis.
- Descongestiona las ojeras.
En suma, a la luz de todos estos datos parece que podemos confiar en las bondades del té verde para el rostro. No olvides anotar un último beneficio que, aunque no se refiere a la tez, merece toda nuestra atención y es que reduce la celulitis. Un problema que arrebata el sueño a muchas mujeres con la llegada del verano.
Es cierto que puedes prepararte una infusión de té verde en casa y una vez que se haya enfriado, colocártelo sobre la piel, pero hay maneras mucho más sencillas de cuidar tu piel con esta planta y que exigen menos boato.