Pues afortunadamente sí, aunque debemos amoldarnos a las medidas reglamentarias que establecen los autoridades de seguridad. Así que se puede llevar desodorante en el avión mientras no superemos los 100 mililitros. Y poco importa, además, que sea en formato roll on o spray.
Lo cierto es que un desodorante es un aliado perfecto no solo para nosotros sino también para los que se encuentran en nuestro entorno. Ten presente que las horas de vuelo pueden ser muchas y nadie está a salvo de sudar en un ambiente que solo se renueva a través del sistema de aire acondicionado. Aunque es cierto que este mecanismo funciona con mucha eficacia dado que aire suele introducirse en la cabina por unas ranuras de ventilación localizadas en el techo, además de por los conductos que se localizan a la altura de la cabeza de los pasajeros. Por su parte, el aire viciado se extrae por unas aberturas ubicadas en el suelo.
Tampoco olvidamos que correr, las prisas, la excitación y los nervios fomentan que sudemos más de la cuenta en estas circunstancias.