Todos somos conscientes ya de los daños que producen los rayos UV del sol en nuestra piel. Pero, aun así, parece que nos encanta someterla a este estrés, aunque afortunadamente cada vez con mayor responsabilidad. Porque a veces no vemos, o no queremos ver, que, aunque nos protejamos durante la exposición solar, el sol directo supone siempre un esfuerzo para nuestra piel, a pesar de que no llegue a reclamar nuestra atención mediante señales como el picor, el dolor, o las quemaduras evidentes.
La mayoría de las veces, ya solo esas sensaciones más leves de calor intenso, ardor, enrojecimiento e inflamación, que entendemos como “hoy estoy así pero mañana estaré más morena”, son también alertas que nos envía nuestra piel para indicarnos que hemos abusado de nuestra exposición solar.
Pues bien, cuando ese mal ya está hecho, los productos after sun que se aplican tras la exposición solar son vitales para ayudar a que nuestra piel se recupere de esos excesos, no siendo solo necesario para aliviar las molestias que estos producen cuando hemos abusado de las bondades del astro rey.
Así, sus ingredientes están seleccionados específicamente para calmar la piel, aliviando las molestias, pero también para hidratarla en profundidad y aportarle el refuerzo en las sustancias que necesita para reponerse de los daños producidos. Por tanto, estos productos suelen enriquecerse con potentes ingredientes activos como el aloe vera, el aceite de aguacate, el ácido hialurónico, la glicerina y con antioxidantes eficaces como la vitamina E y el extracto de raíz de regaliz. Todos ellos ayudan a nuestra piel a recuperarse no solo de la agresión solar, sino también de otros factores añadidos que intervienen en agravar aún más los daños, como la sal del mar o el cloro de las piscinas.
Es cierto que algunas personas creen que una crema hidratante puede reemplazar al after sun. No obstante, se equivocan por completo, dado que este último incluye en su formulación sustancias antioxidantes, calmantes e incluso antiinflamatorias específicas para las necesidades de la piel tras el baño solar, de las que carece una hidratante convencional.
En definitiva, estamos ante un producto todoterreno con infinidad de beneficios que para muchos (y con razón) resulta tan indispensable como un buen protector solar.