Aunque se supone que debemos decirte qué hacer después del bronceado, es imposible no prestar un poco de atención al propio bronceado primero. Si lo haces correctamente ya en esta fase, tu rutina de cuidados después del bronceado será mucho más sencilla.
En primer lugar, ¿qué hay para el bronceado? La cuestión reside no en ayudar al bronceado, sino en elegir un producto que nos ofrezca seguridad y la adecuada protección. Antes de cada exposición al sol, deben aplicarse lociones, sprays o aceites para el bronceado en el cuerpo, y cremas de protección solar en la cara. La forma del cosmético es irrelevante, pero el nivel y el tipo de protección son importantes. Elige productos que contengan filtros UVA y UVB. Cuanto más cálido sea el clima y más clara sea la tez, mayor será la protección que se deberá utilizar. Por ejemplo, si tienes una piel clara con pecas, deberías optar por un protector solar con FPS 50 o superior para unas vacaciones en el Mediterráneo. Los niños también deben usar una protección muy alta. Cuanto más pequeño sea el niño, mayor debe ser el factor de crema solar empleada.
El protector solar debe aplicarse unos 15 minutos antes de salir al sol, de este modo, el cosmético tiene tiempo para actuar desde el principio de la exposición. Los filtros anti-UVB que contienen en su fórmula protegen tu piel de las quemaduras. El enrojecimiento también aparecerá si se utiliza un protector solar demasiado débil, se aplica una capa de loción demasiado fina o si no se repone el protector solar durante una exposición prolongada. ¿Después de cuántos días se desvanece el bronceado rojo y se puede volver a exponer al sol, esta vez con seguridad? De media, son necesarios unos días para recuperarse de una quemadura solar (aunque depende en gran medida de lo irritada que esté la piel), siempre que te ayudes de remedios calmantes, cremas refrescantes e hidratantes y lociones para después del so