La alergia al sol no existe, al menos en sentido estricto. Lo que se conoce como “alergia al sol” es en la mayoría de los casos un problema de intolerancia. Por este motivo es normal que aparezca en las primeras exposiciones solares y que sus localizaciones más típicas sean las zonas más fotoexpuestas como escote y brazos.
Así, se aprecian una serie de granitos o eritema que puede ir acompañado por un molesto picor. En cualquier caso, vamos a ahondar un poco más en la fotodermatosis para aprender, sobre todo, a evitar el desarrollo de este trastorno cutáneo.