El mundo de las bases de maquillaje es vasto y amplio. Por este motivo, muchas se pierden entre tantas posibles elecciones: bases fluidas, en polvo compacto, en polvo suelto o mineral, en crema, en mousse, en barra, BB cream… En este artículo vamos a intentar proporcionarte un pequeño ‘mapa’ para que no te pierdas y puedas elegir una base de maquillaje más adecuada para ti.
Pero no solo habrás de elegir el formato en el que se presentan estos productos, sino que también se trata de acertar con la que mejor vaya con nuestro tipo de piel. Porque no es lo mismo escoger una base de maquillaje para una persona de cutis seco que para otra que lo tenga graso. O por ejemplo si tienes la piel sensible, es recomendable revisar bien el listado de ingredientes y evitar aquellas que contengan alcohol o fragancias buscando que contengan en la medida de lo posible fórmulas más sencillas. Por lo tanto, las peculiaridades de cada piel mandan y no hay que perderlas de vista.
También conviene desterrar esa vieja idea de que la base de maquillaje debe subir el tono de nuestra piel haciendo que parezca que estamos morenas, ya que además de dar un toque artificial a la apariencia de la piel nuestro rostro, también nos echará años encima. Por eso, siempre debemos decantarnos por una base de maquillaje que se asemeje a nuestro tono de piel porque el cometido principal es cubrir imperfecciones, granitos y cualquier otra irregularidad.