La nutricosmética funciona desde el interior y gracias a ella conseguimos que nuestro organismo consiga los nutrientes que necesita, algunos de los cuales no solemos tomar en cantidades suficientes.
Sin embargo, para apreciar sus resultados, tenemos que ser pacientes y muy constantes pues podemos tardar varios meses en notar una mejoría en nuestra piel. Por supuesto, es un tratamiento complementario a la cosmética tradicional, a la que no debemos abandonar.
Aunque en el resto de Europa la nutricosmética goza de muy buena acogida, pues se estima que el 48 % de la población recurre a ella de manera habitual, en España no estamos tan acostumbrados. Pero es cierto que cada vez convence a un mayor número de personas en nuestro país. De hecho, seguramente conoces de sobra la nutricosmética que trata de atajar problemas estéticos como la celulitis, la caída del pelo o también ayudarte a prolongar el bronceado, pero también empiezan a ser muy demandados los complementos que nos brindan antioxidantes para retrasar –en la medida de lo posible– el envejecimiento de la piel.
En cualquier caso, la nutricosmética por sí sola no es suficiente, ya que –como decíamos– debemos complementarla con cosméticos antiedad eficaces, y por supuesto, con una dieta adecuada donde no falten los nutrientes esenciales como los antioxidantes. Sin duda, adoptar la dieta mediterránea es ya una gran paso muy saludable.