Cada zona de la piel presenta un determinado nivel de pH y tras una ducha o un baño suele tardar una o dos horas en recuperarse. Ten presente que cuando se altera, esta capa se vuelve más alcalina y más vulnerable a los agentes externos como bacterias, radiación solar, polución, etc. Por este motivo, las personas que sufren episodios de dermatitis, rosácea o prurito tienen siempre alterado su pH.
El pH varía un tanto en función del género de la persona. En concreto, el masculino tiende a ser algo inferior ya que produce más sebo. Tampoco es igual el pH que encontramos en nuestras manos que en la piel de nuestras axilas o en el área genital. Esto es debido a que nuestro manto ácido también es diferente en esas zonas, debido a la distribución distintas de las glándulas en nuestra piel, también cambia con las estaciones del año y con el paso de la edad.