Una enorme cantidad de productos puede afectar al bienestar de nuestra piel y, en definitiva, ponerla en jaque. Tintes para el cabello, plaguicidas, guantes de caucho, ciertos champús, algunas especies de plantas, algunos productos de limpieza del hogar… Por lo tanto, nos exponemos a una reacción cutánea que puede incluso aparecer hasta 24 y 48 horas después.