Nueva desde hace más de un siglo

Antes de que comenzara la exitosa historia de NIVEA Creme, tenía que inventarse otra cosa: el Eucerit. El Eucerit funciona como emulsionante, y combina aceite y agua para crear una mezcla estable y delicada. Por suerte, el doctor Isaac Lifschütz había desarrollado este emulsionante totalmente nuevo en 1911. El dermatólogo y catedrático Paul Gerson Unna admiraba los conocimientos del doctor Lifschütz en este ámbito, y se lo presentó al doctor Oscar Troplowitz, químico y cofundador de la compañía Beiersdorf. Supo reconocer de inmediato que la emulsión de agua en aceite era la base perfecta para una crema cosmética para la piel. Ya solo necesitaba un nombre. Y, para dar con él, el doctor Troplowitz no tuvo más que mirar la crema misma. Una vez terminada la emulsión, era de un color blanco como la nieve. El nombre NIVEA se deriva del latín «nix, nivis», que significa nieve; por lo tanto, NIVEA se traduce como «blanco como la nieve».

Cuando NIVEA salió a la luz por primera vez hace más de cien años, toda la actividad de investigación la llevaban a cabo solo tres personas: el doctor Oscar Troplowitz, el catedrático Paul Gerson Unna y el doctor Isaac Lifschütz. Ahora contamos con más de 500 trabajadores en el área de Investigación y Desarrollo, para desentrañar los complejos procesos que tienen lugar en la piel y para seguir desarrollando productos de cuidado cutáneo nuevos y eficaces. Así pues, a lo largo de las décadas hemos desarrollado muchos productos pioneros, como nuestra crema, la loción corporal, crema solar con FP, una gama especial para hombre, vaporizadores, cuidados para la piel madura ¡y hasta productos antienvejecimiento con Q10! Y, al hacerlo, para nosotros es importante satisfacer siempre las necesidades y los deseos de nuestros clientes. Al entablar un diálogo directo con ellos, hemos logrado desarrollar productos que representan la mejor calidad y gozan de la confianza de nuestros consumidores.