La rutina de hidratación es indispensable para reforzar el efecto antiedad del deporte. Utilizar productos enriquecidos con ciertos nutrientes, que aportan energía y antioxidantes, ayudará aún más a conseguir esa piel firme y joven que se espera con la actividad física.
La coenzima Q10 es un componente esencial que se encuentra de forma natural en las células. Es un proveedor de energía intracelular, es decir, ayuda a la protección y regeneración de las células cutáneas. Además, es un potente antioxidante, por lo que frena la oxidación de las células y la producción de radicales libres, las sustancias que causan el envejecimiento. Por estos motivos, la aplicación en la piel de productos con coenzima Q10 ayuda a reponer los niveles de esta sustancia, que se va perdiendo con la edad.
Por su parte, la vitamina C también posee potentes efectos antioxidantes, ayuda a la cicatrización de las heridas y contribuye a la producción del colágeno. Por último, el aceite de argán tiene un gran poder de hidratación y disminuye las cicatrices y las estrías. Y es especialmente útil en verano por su efecto calmante; las pieles irritadas o que han estado expuestas al sol se benefician mucho más de este ingrediente.
La doctora María Agustina Segurado, experta asesora de NIVEA ha comentado: "El ejercicio físico es uno de los grandes aliados contra el envejecimiento de la piel. Su contribución a la regeneración celular y su efecto antioxidante son indispensables para conseguir una piel firme y sana. Sin embargo, hay que ser conscientes de que, en verano, debemos cuidar aún más las formas en las que hacemos ejercicio. Hay que vigilar la sobreexposición al sol, la deshidratación y la irritación de la piel, ya que pueden echar por tierra todos los beneficios que, por sí solo, tiene el ejercicio. Por eso, en NIVEA hemos querido aportar estos sencillos consejos para antes y después de hacer deporte. Gracias a ellos, se consiguen maximizar todos los beneficios que tiene la actividad física para frenar el envejecimiento".