Todos conocemos –muchos por propia experiencia– ese tejido subcutáneo que cuelga bajo la barbilla. Aunque los cambios de peso suelen contribuir a su aparición, no podemos pasar por alto que partir de los 35 años se tiende a acumular más grasa en esta parte de nuestra anatomía, y que la pérdida de firmeza en la piel hace que no sea capaz de sujetarla como antes. A esto se añade el agravante de un uso casi constante de los dispositivos móviles.
No obstante, podemos mejorar el aspecto de la papada o reducirla realizando una serie de ejercicios faciales. Te ponemos al tanto de algunos de ellos:
- Levanta la barbilla y sitúa tu mano debajo del mentón. Ahora adelanta el cuello y levántalo. Puedes también abrir la boca suavemente al mismo tiempo. Insiste en esta postura durante diez segundos y luego haz una pausa de otros diez. Repítelo una decena de veces.
- Mira hacia el techo y estira todo lo que puedas. Imita la forma de un beso y mantén esa tensión durante al menos diez segundos. Al igual que en el ejercicio anterior, descansa durante diez segundos y vuelve a hacerlo.
- Con la espalda recta y los hombros relajados (esto último es muy importante para evitar alguna lesión) dirige la barbilla primero hacia un hombro, después hacia el otro inclinando suavemente la barbilla al tiempo que realizas un semicírculo. Repítelo una decena de veces.
- Con la espalda recta y los hombros relajados dirige la cabeza hacia atrás con los labios cerrados y trata de hacer una “o” como si trataras de absorber tus mejillas, mantén la presión durante 20 segundos y repite este ejercicio una decena de veces.
- Con la espalda recta y los hombros relajados dirige la cabeza hacia el techo y presiona tu lengua contra el paladar primerio superior, para ir inclinando ligeramente hacia atrás la cabeza (dirigiendo la barbilla hacia el techo), presionando a continuación la lengua contra el paladar posterior. Repite este ejercicio 20 veces.
Con estos sencillos ejercicios lograrás tonificar los músculos, y si eres constante, notarás los resultados a corto o medio plazo.