Normalmente los dermatólogos ofrecemos una serie de consejos para evitar que se formen estas marcas. Así, por ejemplo, la más habitual es la recomendación de que nos abstengamos de toquetear estos granos y espinillas dado que podemos infectarlos con facilidad. Conviene destacar que si las presionamos podemos dañar los tejidos circundantes y producir costras que luego nos dejen marcas. No obstante, hay más cautelas que debemos tener presentes para evitar que estas marcas prosperen en la piel:
- Es necesario emplear fotoprotectores pero siempre deben estar formulados con excipientes libres de grasa (conocidos como 'oil free') pues así evitaremos la pigmentación. Por ejemplo NIVEA Sun Control de brillos cuya textura ligera y con efecto matificante es ideal para proteger del sol la piel mixta o grasa.
- Debemos resistir ese impulso que todos hemos sentido de reventar un grano con pus ya que esta práctica puede fomentar que los desechos y las bacterias penetren con mayor profundidad en la piel y que, por lo tanto, que pueda terminar formando una cicatriz y que ésta aún se agrande más.
- Las marcas de acné leves desaparecerán tras pasar un año, pero cuando son más profundas puede que necesitemos un peeling, micropunciones, infiltraciones o tratamientos con láser, entre otras técnicas.
Por lo tanto, una manera de mantener a raya estos brotes vinculados a las hormonas de la pubertad y adolescencia es la apuesta por una adecuada limpieza del cutis. Debemos hacerlo a diario con productos purificantes como Urban Skin Gel Detox 3 en 1 que no sólo limpia el rostro en profundidad, sino reduce las bacterias que producen impurezas. Si bien es cierto este producto es ideal para aquellos casos que presenten un acné moderado, pero si es más intenso, será recomendable que acudas a consulta con un dermatólogo para que pueda determinar el tratamiento más efectivo para combatir este problema.