La mascarilla negra o de carbón activado, como su nombre indica, son mascarillas que se elaboran a partir de la mezcla de gelatina sin sabor, leche y carbón activado. Este último, es un producto natural procedente de maderas poco duras como la del pino, carbones minerales o huesos de vegetales, entre otros. Esta sustancia goza de gran microporosidad y esto le permite atraer materiales líquidos o gaseosos que quedan atrapados en su superficie. Por eso son ideales para combatir y atrapar como un imán la acumulación de grasa y células muertas en la piel los comedones o puntos negros. Un problema que se ha visto acentuado por el uso de las mascarillas al favorecer una mayor obstrucción de los poros principalmente de la nariz. Esta situación, con el paso del tiempo, puede derivar en unos antiestéticos puntos negros que pueden convertirse en un duro caballo de batalla si no se busca una solución a tiempo. Afortunadamente contamos con adecuados recursos como las mascarillas negras de carbón activo.
En el mercado podemos encontrar diversos formatos de mascarillas. Así, podemos citar la siguientes:
- Mascarilla de tejido.
- Mascarilla lavable.
- Mascarillas peel off.
- Mascarillas de hidrogel.
Ten presente que esta clase de mascarillas son un complemento a una buena rutina de cuidado y, por lo tanto, no deben reemplazar a los productos de limpieza o hidratación que empleemos habitualmente.