No podemos pasar por alto que a día de hoy se considera uno de los métodos no invasivos para la piel con resultados más claros. Su procedimiento es sencillo ya que el calor va penetrando en las capas de la piel y ayuda a atenuar los granos, espinillas o atisbo de puntos negros. Pero no solo eso, sino que también ayuda a depurar la epidermis pues en ella se suelen ir acumulando células muertas, sustancias y toxinas debido a diversos factores como una dieta inadecuada o los contaminantes ambientales. Así, con los baños de vapor pueden mejorar todos estos problemas. Por lo tanto, conviene incorporarlos a nuestra rutina pues de esta manera lograremos un aspecto más hidratado, sano e incluso más joven. De paso, te relajarás. ¿Qué más puedes pedir?
Pero no acaban ahí sus beneficios, pues hay más. Te los resumimos a continuación:
- Se activa la producción natural de colágeno, además de la regeneración celular.
- Estimula la reparación de los tejidos dañados y acelera la cicatrización.
- Mejora la elasticidad de la piel.