Pero ¿cómo se consigue un modelo de consumo sostenible? Sin duda, cambiando nuestro estilo de vida y adoptando una serie de medidas que pueden ayudarte a ello. Toma nota de las siguientes:
● Una de las premisas de este consumo responsable reside en alargar el ciclo de vida de nuestros electrodomésticos o los aparatos electrónicos y optar por su reparación siempre que sea posible. Por lo tanto, debemos olvidarnos del usar y tirar.
● Reutilizar y dotar de una segunda vida todos aquellos bienes que admitan nuevos usos.
● Decántate por adquirir productos cuyos materiales se puedan reciclar y que no empleen un excesivo embalaje o envoltorio.
● Reciclar es otro de los pilares básicos del consumo sostenible ya que de esta manera disminuimos el uso de nuevas materias primas para poder elaborarlos.
● Comprar artículos de calidad que no se deterioren en un periodo breve de tiempo, aunque ello suponga gastar más dinero.
● Adquirir productos de segunda mano.
● Restaurar muebles y todo aquello que podamos recuperar.
● Premiar aquellas marcas que están haciendo una clara apuesta por unas prácticas sostenibles en su modelo de producción como, por ejemplo, una reducción de las emisiones que tanto influyen en el cambio climático.
● Consumir productos de cercanía dado que, de esta manera, evitamos las emisiones de CO2 que ocasiona su transporte. Sin duda, resultan mucho más sostenibles unos mangos producidos en Málaga que aquellos que proceden de países como Brasil y que, además, han tenido que viajar en unas cámaras frigoríficas de las que emanan gases contaminantes.
● Desechar correctamente todos los productos en su contenedor. Esto posibilitará que sus materiales sean reciclados y también reducirá su impacto medioambiental. Especialmente los objetos como pilas, dispositivos electrónicos o medicamentos caducados deben ser depositados en su lugar porque su impacto en los ecosistemas es muy alto. Por este motivo, contamos con ecoparques que nos ayudan a gestionar nuestros residuos y puntos SIGRE en las farmacias, en los que podremos dispensar nuestras medicinas caducadas. No olvides que los medicamentos no se deben tirar por los desagües ni a la basura pues resultan muy perjudiciales para el medio ambiente.
● Prioriza el transporte público, así como medios como la bicicleta, el patinete eléctrico o simplemente caminar para desplazarte allá donde necesites.
En definitiva, la sostenibilidad ya no es una opción, pues todos los gobiernos, las industrias, las empresas y los ciudadanos debemos comprometernos en reducir nuestro impacto medioambiental y trabajar unidos en construir una sociedad más consciente y sensibilizada con el medio ambiente si deseamos que este planeta sea capaz de satisfacer las necesidades de su creciente población, tanto ahora como en el futuro.
Fuentes consultadas: