Beneficios de las esponjas vegetales o luffa

En los últimos años asistimos a una auténtica fiebre por la sostenibilidad y las esponjas vegetales de luffa son un buen ejemplo de ello. ¿Sabías que la luffa es una planta que se cultiva en diferentes partes de nuestro país, como Galicia o la provincia de Zaragoza, y que, a diferencia de las fibras sintéticas, es biodegradable?

Por eso las esponjas luffa son el complemento ideal para integrar en nuestra rutina de cuidado y aseo personal sustituyendo a las esponjas o cepillos exfoliantes que no son reciclables y además pueden desprender microplásticos en el agua.

Así, por diversas razones, las esponjas de luffa están llamadas a convertirse en el reemplazo perfecto en nuestro aseo personal y también de nuestro hogar porque hay personas que las utilizan cuando están ya un poco gastadas para fregar. Así, puedes destinarla para fregar platos, vasos e incluso cacerolas pues sigue siendo abrasiva y perfecta para retirar la grasa y la suciedad de tu vajilla.

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¿Qué son las esponjas vegetales o luffa?

La luffa procede de una planta tropical, de la familia de las cucurbitáceas, originaria del sudeste asiático cuyos frutos miden unos 30 centímetros y presentan un sabor muy similar al del calabacín. En España se ha empezado a cultivar con el ánimo de abastecer de esponjas naturales y sostenibles al mercado.

Propiedades y beneficios de las esponjas vegetales

No solo criterios medioambientales animan a su consumo, pues también ofrecen infinidad de beneficios para nuestra piel. En concreto, podemos destacar los siguientes:

Exfolian la piel de manera natural.
Eliminan las células muertas, los poros se liberan y los tratamientos cosméticos penetran mejor.
Las esponjas lufa faciales previenen la aparición de espinillas y puntos negros
Estimulan la circulación.
Combaten la acumulación de grasa y, por lo tanto, la celulitis.
Previenen el vello enquistado.

Las esponjas lufa como has podido leer tienen un montón de cualidades por eso se están ganando un merecido hueco en el mercado. Pero es importante saber que no puedes emplearlas en seco porque podrían dañar tu piel; hay que humedecerlas bien para que se ablanden antes de utilizarlas. Y, por otro lado, aunque son aptas para todo tipo de piel, tampoco es recomendable utilizarlas si tienes la piel seca o sensible.

En definitiva, estamos ante un tipo de esponja con gran proyección de futuro que cada vez resulta más fácil de encontrar en diferentes superficies comerciales. Por lo tanto, si no la conoces todavía, quizás sea el momento propicio para celebrar un bonito encuentro con estas esponjas tan sostenibles.

Para concluir, si también te gustaría conocer qué productos complementar en tu rutina de cuidado para seguir apostando por un compromiso con la sostenibilidad, entonces te encantará nuestra gama NIVEA Naturally Good: sus fórmulas sencillas elaboradas con ingredientes naturales y los envases elaborados con materiales sostenibles y reciclables son perfectos no sólo para cuidar tu piel, sino también el planeta.

Fuentes consultadas: