Beneficios del ácido fólico durante el embarazo

El ácido fólico es una vitamina perteneciente al grupo B, también conocida como vitamina B9, folatos o folacina. Cumple muchas funciones y por lo tanto, aunque está tradicionalmente asociada con las mujeres que están buscando un inminente embarazo o ya están en proceso de gestación, es cierto que es beneficiosa tanto para mujeres y hombres de cualquier edad, porque entre sus múltiples beneficios favorece el proceso de crecimiento de nuevas células sanas.

El ácido fólico, junto con el yodo, es uno de esos nutrientes que no deben faltar en el día a día de una embarazada porque reduce el riesgo de que se produzcan defectos en la formación del tubo neural del bebé; aunque hay más beneficios que seguro que no conoces. Por eso, lo más adecuado como ya hemos explicado, es tomarlo en el momento en que estés buscando un embarazo y, por supuesto, a lo largo del mismo idealmente no sólo a través de suplementos, sino también enriqueciendo tu dieta con alimentos en los que abunde este componente.

Pero ¿cuáles son los beneficios del ácido fólico?

La espina bífida se distingue por una columna vertebral que no se ha cerrado del todo. De esta manera, la ingesta de ácido fólico ayuda a prevenir los defectos en la formación del tubo neural, que puede tener graves consecuencias en la salud de tu hijo.

Sin duda, otro problema muy serio que un gesto tan sencillo como tomar ácido fólico puede ayudar a prevenir. En este sentido, según un estudio publicado en la revista ‘British Medical Journal, unos niveles adecuados de ácido fólico pueden reducir las cardiopatías del corazón en un 6 %. Es posible que no sea mucho, pero dada la gravedad de la enfermedad y lo poco que cuesta tomar ácido fólico, este pequeño porcentaje es muy valioso.

Ten presente que este no es un problema menor, pues el bebé estará más débil y tendrá dificultades para alimentarse, ganar peso y combatir posibles infecciones.

Aunque hay otras causas que pueden motivar problemas como el paladar hendido o el labio leporino, como los factores genéticos o la obesidad, diversos estudios lo vinculan a unos inadecuados niveles de ácido fólico periconcepcional (es decir, entre un mes y dos meses antes de quedar embarazada). Los niños que presentan estos problemas necesitan intervenciones quirúrgicas para mitigar dificultades de habla, alimentación e incluso dificultades auditivas, entre otros.

Incluso se considera que una deficitaria cantidad de ácido fólico puede estar asociada a problemas como aborto involuntario o preeclampsia. Al respecto, podemos citar un estudio realizado hace dos décadas por los científicos del Instituto Karolinska (Suecia) en el que se concluyó que las mujeres con niveles más bajos de esta vitamina, presentaban un riesgo 50 % mayor de poder sufrir un aborto que aquellas que disfrutaban de unas óptimas reservas.

No cabe duda sobre que el ácido fólico es una pieza clave en el embarazo, especialmente durante los tres primeros meses de gestación. No en vano, sabemos que la fusión del tubo neural del embrión se origina entre los días 21 y 27 de vida embrionaria. Es decir, en las tres o cuatro primeras semanas. La mayoría de las mujeres ignoran que están embarazadas hasta algo más tarde de esta fecha, pues suelen sospechar su estado con la primera falta de la menstruación. Por lo tanto, muchas lo descubren cuando ya se encuentran en la semana cinco y es posible que la suplementación de ácido fólico no llegue a tiempo, por eso es crucial la previsión.

Por supuesto, el ácido fólico también desempeña un papel fundamental en la salud de la madre dado que interviene en la formación de glóbulos rojos y en una adecuada función psicológica.

Su déficit, además de ser nocivo para el futuro bebé, puede comportar en la madre problemas como anemia, depresión, pérdida de la memoria, disminución de la fertilidad, inflamación de las encías o fatiga, entre otros.

Nuestro consejo es que acudas a tu médico de cabecera o ginecólogo para que te indique cuál es ingesta adecuada de ácido fólico y su frecuencia.

Como ya te adelantábamos, una dieta con alimentos que te aportan ácido fólico siempre es bienvenida. Por lo tanto, empieza a mimar la salud de tu futuro hijo y la tuya incorporando a tu lista de la compra productos tan sanos y sabrosos como los que siguen:

●Levadura de cerveza.

●Soja.

●Frutos secos.

●Verduras de hoja verde como la lechuga, la rúcula o las espinacas.

●Lentejas.

●Hígado.

●Diversas frutas como la naranja, el plátano, la fresa y el melón.

Pero mientras cuidas del correcto desarrollo de tu futuro bebé, no olvides empezar a mimar tu piel. De hecho, aunque durante los primeros meses apenas crece la barriga de las mamás, hay que empezar a hidratar la piel y prepararla convenientemente para lo que se avecina.

Te proponemos que lo hagas con nuestras cremas. ¿Quieres algunas sugerencias? Aquí las tienes:

●Nivea Care, con una innovadora fórmula basada en una tecnología llamada hidro dispersión de ceras que te dejará sin palabras. Además, desprende un aroma delicioso.

●Body loción con aloe vera, cuenta con una fórmula infusionada con serum de hidratación profunda y Aloe Vera.

●Naturally Good Loción Corporal Nutritiva con Avena Natural, contiene un 98% de ingredientes naturales y avena 100% natural.

●Y por supuesto no puede faltar nuestra icónica NIVEA Creme, la crema recomendada por muchos médicos para evitar las estrías del embarazo.

En suma, el ácido fólico es un nutriente esencial que no debe faltarnos bajo ningún concepto. Si estás pensando en quedarte embarazada próximamente, no olvides empezar a prepararte adecuadamente con un complemento de ácido fólico que podrás comprar en cualquier farmacia.

Fuentes consultadas:

https://diariosanitario.com/acido-folico-el-arma-para-prevenir-la-espina-bifida/

https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-familia-semergen-40-articulo-defectos-cierre-orofaciales-paladar-hendido-S1138359312002390

https://www.corazonyvida.org/el-acido-folico-ayuda-a-evitar-que-bebes-nazcan-con-cardiopatias-congenitas/

https://www.elmundo.es/elmundosalud/2002/10/17/mujer/1034792841.html