Entre los tipos de piel podemos cuatro fundamentales: piel grasa, piel mixta, piel normal y, por supuesto, piel seca. Esta última se distingue porque apenas presenta lípidos naturales (las sustancias grasas o sebo propio de la piel) en su superficie, se muestra escamosa y apenas son visibles sus poros. Además, otra de las características de este tipo de piel es que es muy vulnerable a factores como el clima, la sequedad del ambiente y los productos cosméticos, por lo que es fundamental extremar los cuidados que le dispensemos.
Así, este tipo de piel precisa no solo hacerle llegar la hidratación necesaria, como cualquier otro tipo de piel, sino también incluir los lípidos que no tiene por sí misma a través de la aplicación de cremas nutritivas adecuadas tanto de día como de noche. Este es el único modo de poder mantener esta hidratación en su interior, formando una capa lipídica de protección, y haciendo llegar sus activos nutritivos más en profundidad.
Por lo tanto, una manera eficaz de cuidar este tipo de piel correctamente es a través de productos específicos como NIVEA Crema de Día Nutritiva para Piel Seca, que proporciona ingredientes como el aceite natural de almendras y el Hydra IQ, que nutren y aportan una hidratación intensiva durante todo el día, proporcionando además protección UVA y FP30 para defenderla de las agresiones externas y del envejecimiento prematuro provocado por el sol.
No podemos pasar por alto que una piel seca nos acompañará de por vida, y que probablemente se volverá más seca con el paso de los años, mientras que la deshidratación puede ser un fenómeno pasajero, pero que puede volverse recurrente si no tomas medidas al respecto.